No conozco.

Háblame de ti, que de mi, ni yo sé.

Háblame de como solías robarme sonrisas.

Háblame de como solías ser mi vida.

y qué ahora después de tantas muertes, sólo me da por escribir.

De tanto escribir de ti, ahora, todo es poesía.

Y tú eres el más hermoso verso.

No conozco mejor historia que la escrita en tu piel

que con besos, y caricias escribí en el mejor de los lienzos.

y el cielo fue testigo de tan inmensa historia pero de pocos recuerdos.

No conozco mejor cielo que el que llevas en tus ojos.

que por tanto tiempo, me dio el mejor reflejo.

y que con tus lágrimas me hacías tormentas.

y en ellos el miedo a perderme era un placer.

Ay mujer, decirte bella es caer en redundancia.

Eres tal cual te había soñado y serás como siempre imaginé.

No conozco mejor lugar para vivir, que en tus brazos..