Mía.

Son míos tus ojos porque miro, vivo y lloro por ellos.
Es mía tu boca porque me menciona.
son míos tus brazos porque me llevan al verano en el peor de los inviernos.
son mías tus calmas en cualquier tormenta.
Son tuyos los adiós, que no los quiero.
es mía tu voz que tanta música me hace.
de tus silencios puedes quedartelos si no sabes decir sin herir.
aunque nunca fui tuyo, por todo y por aún más.
Eres mía.

Regresa.

Pedirte que regreses sería difícil... aún más que vivir con tu olvido.

Pedirme olvidarte sería recordarlo siempre.

No duele haberte perdido, duele quizás, el haberte tenido.

siento mi cuerpo envejecer, siento los días pasar, veo las noches dormir. Veo los días vivir.

Pero sigo igual, pensándote, mendigando al destino traerte como por casualidad.

Para qué pedirte que regreses, si aún no te has ido de mi. Sigues aquí latiendo en mi pecho.

recorriendo mi piel, al cerrar mis ojos.

No regresas por un pasado, y ni cuenta te das que siempre tú. Tan presente.